Y ESTO, TAMBIÉN SIGUE SIENDO FÚTBOL, entendido al más puro estilo clásico, es decir, un balón entre un grupo de niños y niñas, además en campo de albero húmedo, con mucho público animando a unos y otros, con un árbitro que pasa absolutamente desapercibido, porque los verdaderos protagonistas solo buscan un fin, correr tras la pelota, divertirse y al concluir, darse un abrazo y hasta la próxima.